Nuestras murallas, tan insignificantes, se interponen en medio de nuestro paso quitandonos el tiempo pero jamas deteniendonos.
El tiempo, el enemigo mas acerrimo, pero a la vez tan dulce porque me brinda un recorrido, con el vamos tu y yo, disfrutando cada decibel de nuestras voces, cada mirada q surge, y los suspiros, los encantadores suspiros.
La desesperacion, la cadena q arrastramos en la caminata, nos hace odiar la desdicha, nos hace odiar estar lejos, pero a la vez es agradable porque me descubro, te descubro, asi puedo yo verte, tal y como eres, asi puedes tu verme, tal y como soy, humanos, incorrectos y aun asi te tengo en el pedestal mas alto.
Nuestras desventajas en realidad nos dan la vida... Me dan la oportunidad de vivirte intensamente...
Hasta humo me salio de los oidos...
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