Ayer Dios me enseñaba el principio de la cantidad y la calidad...
Las cantidades seguían al maestro, por los panes y los peces, por los milagros y demás.
Cuanta gente tras El pero pocos con El!!!
Al final de cuentas todo queda al descubierto, todos esos le escupieron, le humillaron.
Solo doce, de esos doce, uno le traiciono, otro le negó y cada uno se aparto por su camino...
Pero que bueno es nuestro Dios que nos restaura olvidando lo ocurrido :)
Siempre y cuando queramos ser restaurados.
Ayer miraba una iglesia, de miles de personas.
Una algarabía tremenda, un sonido estruendoso!
Una emoción inexplicable tenían esas gentes...
Me hizo querer tener una mega iglesia.
No pertenecer, sino tener.
Pues, algo que me llamo la atención, es que ninguno de ellos cerraba sus ojos, quizás algunos, tampoco levantaban sus manos...
Sus bocas decían: Jesús, pero sus ojos y atención estaban en el artista de la noche.
Porque cada artista del globo terráqueo, que posea fama y admiración, ha pasado por allí.
Decía yo: Que ventaja!
Pero a la vez no.
El centro no es Jesús, el Dios no es Jesús.
Mientras miraba aquel concierto, también pensaba: Donde están los milagros, o por lo menos las lagrimas, o la devoción, la comunión, donde esta la manifestación del Espíritu Santo?
Me hizo recapacitar en que la multitud es importante y ventajosa, pero si no es para la gloria de Dios, de que vale?
Me fui a dormir y Soñé un sueño!
En el veía la cantante de esa noche, con un vestido que dejaba ver su cuerpo, estaba desnuda y al descubierto, moderna y bien pintada.
La iglesia era inmensa, tenia un mercado a la entrada, donde todos iban y compraban alimentos.
Yo entre, y peleaba con mi hermano y mi cuñada por los asientos, los asientos estaban mojados, mas bien sucios...
Al otro día desperté asombrada y a la vez agradecida por la revelacion y dije:
20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Mateo 18:20

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