En el parque del valle!

Me acuerdo perfectamente de aquel momento, recuerdo la incertidumbre, recuerdo que aparentaba normalidad, conversando con todos, ayudando con todo, él no se enteraba de lo que en mi mente vivía, yo estaba observando cada movimiento, y esperando cada reacción, pues, buscaba una forma de convencerme a mí misma de: Si, te miró, o de: No linda, olvídate de eso.

El, un caballero muy amable, conversador hasta los codos, con una mirada afable, mirada que casi no pude retener fijamente, al conocerme me dio la mano, y despegó a hablar de inmediato, me hablo de su vida, de cada cosa, en ese mar de palabras me reveló lo que tanto yo quería saber… El carecía de compromiso y yo sobrada de líos.

Yo estaba en normalidad total, sínicamente hablando, acababa de salir de un error cometido, cosechaba las consecuencias, un individuo amenazaba mi integridad y en mi entorno todos me señalaban, estaba sin fuerzas y mucho menos con alegrías, vencida, además que justo la noche anterior me habían hecho la humillación de mi vida, así termino el 2014 para mi…

De repente para iniciar el año, una sorpresa, una voz de otro país del otro lado del teléfono,

-Saludos, voy para allá y necesito me ayuden a desplazarme.

Un cuento de hadas, casi de mentiras, increíble pero cierto. Le busque de inmediato para despertar del sueño o mejor aún, dormir por el resto de mi vida.

Al verlo solo repetía: Es una broma, es una broma…

Había venido a salvarme, él no se lo imagina aun, no se imagina que Dios lo mando para salvarme.

Ame sus cualidades, su pasión al ser supremo, su servicio, ahhhh!

Muy amable, lo repito, pendiente de cada cosa pero a pesar de todo sentía un denso hielo, más frio que el polo norte, una pared de intermedio, una ecuación mortal mis amigos:

Un paraíso más un buen prospecto, solo él y yo, y añadido el denso hielo…

Como se puede tener un espacio perfecto, con un prospecto ideal y a la vez una pared, una lejanía…

La mejor vista señores, Samaná estaba al frente, yo enganchada de su brazo, sentía temor por las olas bravas que tenían de aquí para allá al catamarán de mala muerte en el que íbamos.

-Háblame todo el trayecto, no aguanto los mareos,

Sus palabras y tener su brazo sostenido, las dos cosas al mismo tiempo, vaya broma de la vida!

Una hora de trayecto buscando sutilmente reducir los centímetros entre nosotros.

-Vamos a comer Euseuris,

Pues, no pronunciaba mi nombre correctamente,

-luego caminaremos,

Para mí el tiempo valía oro, y el desesperado por regresar,

El sol sobre mi rostro, y unos pequeños negocios a lo largo del hermoso pueblo,

-Vamos más despacio, no disfrutas el viaje?

-Euseuris, es que el barco nos deja, si nos deja, que haremos?

Yo me sentía con casi todo en mis manos delgaduchas, estaba en un paraíso, acompañada de unos ojos que no tengo forma de describirlos, cantábamos, ahora lo recuerdo, adoración a Dios y a la vez me sentía separada de la plenitud, todo cuestión de tiempo, todo cuestión de tiempo…

Un constante, aguerrido pero sutil, muy pero muy sutil intento de cercanía, El me miraba de vez en cuando pero con la naturalidad de quien mira a una buena amistad…

Y de repente un error, Los errores mis amigos, los errores que uno comete,

-Sera que está muy alto para mí? Sera que me falta lo de Barbie? Sera que mi edad es corta? Sera que no estoy vestida a la altura? Mi peinado estará fuera de lugar?

Mal pensado! no se cambia la esencia de alguien para hacerla encajar en alguien más…

Yo quería ver el mar, yo quería ir en la noche, cosas que uno quiere, que no se compran con dinero, tantas cosas quería yo, pero no todo se consigue en esta vida tan corta, tan reducida.

Más o menos un mes más tarde me entero que en la vida uno no necesariamente obtiene las cosas al momento, la paciencia es una virtud que regala las oportunidades más ansiadas, también, me entere que existen aguas calmas, existen fuegos disimulados, que existen cuevas y lagunas, cavidades que no conocemos, emociones ahogadas, palabras no emuladas.

Yo recuerdo que estuve en aquel parque, pensando en mi momento, en el momento que me estaba ocurriendo, todos dormían, incluyéndole, y yo salí a caminar a las tantas de la noche, en ese banco solitario, yo me senté, mi cuerpo en tierra pero mi alma pensaba, pensaba lejos, pensaba si irme a mi casa, o solamente seguir en aquel lugar ayudando y respirando ese aire pueblerino que no se compara con nada…

Observo las puertas que se abren y que al momento se cierran, en aquellas que jamás se abren, ahora observo y me pregunto: Para qué?

Claudique en Dios, aquel que me llamo, me llamo y yo no le he entendido totalmente, sé que me llamo pero no entiendo por los procesos que me está pasando… Muchas dudas, un paraíso, un prospecto, una densa pared de hielo, una orden y un cincel en la cien.

Y yo regrese a mi hogar…

-Pues, si me gustaste desde que te vi hermanita, es más, desde que te vi en Facebook me gustaste, es que no quise decírtelo.