He recorrido el universo en todos sus rincones, y en cada
espacio, en cada uno he dejado un pedazo de mi dignidad,
Vaya ventaja, ahora puedo sentarme en una silla mecedora a
contar mis hazañas, con aires de no querer volver atrás,
Cada día se sienta alguien frente a mí en un diván, a escuchar la frase
repetitiva y que tanto me cansa: Te lo digo por experiencia, hazme caso, se
porque lo digo…
Con algunas arrugas en la cara, en la cara de mi alma, con
los pelos canos, artritis reumatoide, mi espalda gacha, por igual mi vergüenza.
Con mi falda corrompida, rotas mis ropas…
En cada instante recuerdo aquello, y lo otro, y también lo
otro, me pregunto, como pude a ver ido allí? Como pude haber caído tan bajo?
Como, Como.
El cómo y el cuándo…
Dos preguntas hirientes, porque el “como” indica el medio,
el “cuándo” indica el tiempo.
Como pude hacerlo?
En que estaba pensando?
Me complico a elección, porque es sencillo de responder.
Fui a mi viaje alrededor del universo por culpa del vacío de
mí ser, eso fue lo primero, fui a buscar agua por doquier, fui a encontrar
descanso…
Me fui en un tiempo incierto, no puedo explicarlo, me atrevo
a decir que aún me encuentro viajando.
Viajes cortos que hago de vez en cuando, aun con mis heridas
y mi bata de enferma, vuelvo y salgo.
Odiando el pasado, despreciando el presente, anhelando el
futuro, quiero saber si algún día se detendrán mis pasos.
Con una espada en mis manos, hiriendo por todo el recorrido,
hiriendo a quien me encuentre, vaya monstruo que merece la muerte… 15-9-15
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