Tan común , tan común!
Suspiro hasta el fondo como niño bajo nieve, y sonrio con todo como el sol cuando se levanta, en ese tiempo preciso en que ya por fin mis venas tendrán algo de acción,
Me brilla la vida y la esperanza, me huele el alma a rosas rojas, lloro de alegría y me río a carcajadas sola
Todo mundo lo nota, porque me brota de los poros la buena noticia...
El par, el par!
Dos es mejor que uno, no?
El síndrome del PAR, me desprende de lo lógico y racional,
Se me olvida restar, multiplicar...
Se me olvida en verdad que se me olvida...
Se me olvida mis amigos, el síndrome del par me hace olvidar.
Se me fue lo poético repentinamente, valla tonta!
Se me olvida lo repetitivo del patrón, olvido que una y otra vez me sucedió.
Mis amigos, se me olvidó 🙁
Que cuando el día se acaba entonces viene la noche, el sol se escapa, el par se marcha, y con el se van esas carcajadas, ese brillo en los ojos, esa pasión por la vida.
El par se lleva esa fiesta, se lleva el pastel y los invitados....
Este mal sabor de boca y el desánimo del nuevo intento.
Tan fastidioso es este trance q ya quiero borrar todos los números que existen y dejar solo el número 1.
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