Tenemos tú y yo una lealtad invisible,
un acuerdo
inconsciente,
un convenio reincidente,
hemos firmado en los papeles que nos
regaló el viento,
con tinta de lluvia, en una oficina dentro de nuestros
sentimientos,
tú has firmado amor, y yo he firmado.
Para luego estampar y
sellar tal contrato,
con un beso en la frente, uno que tarde media hora en
llegar,
sellarlo con una serenata improvisada,
un rostro extasiado, ligero y
descansado,
sostenía la guitarra con una sola mano,
haciendo pausas entre cada
párrafo, una mirada, una mirada larga,
luego una tonada, una canción profunda,
suspiros, suspiros largos y repetitivos…
Un: No te vayas, no me dejes, que descanses, hasta mañana…
Cada día sellamos un convenio, nos enlazamos como se
entrelazan los espinos,
yo contigo, tu conmigo.
Todo esto amado mío, de lunes hasta el sábado…
Porque el
domingo somos serios, decididos a lo correcto, a lo prudente…
Los domingos estamos sobrios, de lunes a sábado nos
emborrachamos…
-Tienes donde anotar la cotización?
-Si (Risa de felicidad)
-Okey, anota bien Iseuris: Te amo, me gustas…
Quisiera estar borracha por una eternidad…
0 comentarios:
Publicar un comentario